El viaje de Isaac

Nuestra historia no trata sobre un viaje simplemente geográfico. El relato narra un viaje más completo, relacionado con el crecimiento interior y el deseo de superación del individuo.

 Ambos conceptos, bien entendidos y vinculados a las buenas intenciones, nos caracterizan como personas y nos ayudan a mejorar como seres humanos.

El protagonista sufre una metamorfosis como persona a lo largo de los capítulos, en los que le acontecen diferentes peripecias que modificarán su visión del mundo y su vida cotidiana. Mientras viaja, reflexiona y toma decisiones sobre temas de interés actual como son el acoso escolar, el peligro de la adicción al juego, el sedentarismo, la mala nutrición, la solidaridad, la naturaleza y el amor.

De hecho, es una guía educacional con máscara de aventura, que facilita la comprensión al lector joven y le encauza por senderos que transitan paralelos a una vida sana y libre de adicciones.

Imaginé esta historia acompañando a grupos de personas que deseaban adoptar hábitos de vida saludables. Les enseñaba nutrición adecuada y beneficiosa para su organismo, a la par que creaba un interés y una inclinación, en ellos, hacia la actividad física.

Mientras caminábamos por los senderos de los bosques que circundan nuestra masía, me fui dando cuenta de que lo hacíamos sin apenas levantar la vista del suelo. No era más que una manera de asegurarnos que no íbamos a trastabillar con alguna irregularidad del terreno, pudiendo llegar a torcernos un tobillo o algo peor.

Posteriormente, al haber sido operado del hombro izquierdo, continué caminando yo solo, ya que no podía permitirme ningún otro deporte, por el evidente riesgo para mí recuperación. Día, tras día, me aplicaba y comprobaba que me iba costando menos esfuerzo, lo cual me motivaba a caminar más, e incluso más rápido.

Durante ese tiempo me percaté del modo automático que había adoptado y de cómo comenzaba mis recorridos diarios y los terminaba sin siquiera haber prestado atención a los detalles. Maquinalmente, empleaba toda mi concentración en desarrollar la historia que os cuento en “El viaje de Isaac”.